Partes del intestino grueso

Tal vez el intestino grueso no es el órgano más popular de nuestro cuerpo. Se habla mucho del corazón, de los riñones y del hígado, pero poco de los intestinos. Su función, sin embargo, es vital en el organismo y fascinante.

El intestino grueso es la parte final del sistema digestivo.

Para qué sirve el intestino grueso

Según la fisiología del intestino grueso, su principal función es acoger, preparar y retener temporalmente los residuos de alimentos que sobran de la digestión para después expulsar hacia el exterior.

Cuando comemos, los alimentos pasan de la boca al esófago, el estómago, de ahí al intestino delgado, donde se absorbe la mayoría de los nutrientes y donde actúan los jugos del hígado – bilis – y de páncreas – jugo pancreático) y, finalmente, para el intestino grueso, donde llegan en un estado semi-líquido.

A lo largo del recorrido por el intestino grueso, va siendo absorbida en una buena parte de esa agua de los residuos, para ser reaprovechada por el organismo.

Esta absorción, en conjunto con el moco secretado por las glándulas intestinales, es la que genera la consistencia pastosa de las heces.

Además de esta función de reaprovechamiento del agua, corresponde también al intestino grueso (o mejor, a las bacterias de la flora intestinal) atacar para asegurar la descomposición de cualquier compuestos alimenticios que no hayan sido previamente digeridos.

Por otra parte, la flora bacteriana del intestino grueso tiene un papel fundamental en el sistema inmunológico, por eso se suele decir que una buena parte de las defensas del organismo se encuentra en el intestino.

Las bacterias que se alimentan de los nutrientes no aprovechados por el organismo, no sólo impiden que otros microbios dañinos que se instalan en el intestino, como sintetizan vitaminas importantes, como algunas del complejo B y también vitamina K, las cuales luego son absorbidas por el organismo.

El trabajo del intestino grueso no pasa precisamente desapercibido. A veces, sentimos los movimientos intestinales. Estos movimientos son de dos especies: unos son ritmados y se producen en los distintos segmentos del intestino, para mezclar los residuos y lograr la absorción del agua.

Otros son los movimientos propulsivos de contracción, que se producen en secuencia a lo largo del intestino para empujar la materia fecal hasta el recto, donde se encuentra acumulada hasta ser expulsada por el ano.

Partes que componen el intestino grueso

Partes del intestino grueso

El intestino grueso tiene forma cilíndrica, de aspecto ondulado, de un diámetro de unos cinco a ocho centímetros y alrededor de 1.5 a 1.8 metros de longitud. Se dispone en forma de una moldura cuadrada dentro de nuestra cavidad abdominal y se divide en tres partes principales: el ciego, el colon y el recto (que incluye el canal anal).

Ciego

El ciego, con cerca de 9 cm de diámetro y 8 cm de longitud, es la primera parte del intestino grueso, donde desemboca el intestino delgado. Arriba, el ciego sigue a la segunda parte del intestino grueso, el colon. Abajo, termina en una especie de bolsa de donde sale el apéndice vermiforme.

Colon

El colon es la parte más larga del intestino grueso y se divide en colon ascendente, transversal, descendente y sigma. Es en el colon que se encuentran las bacterias responsables del mal olor de las fases.

El colon ascendente (entre 15 a 20 cm de longitud) es el lado derecho del marco que el intestino dibuja dentro de nuestra cavidad abdominal, subiendo hasta cerca del hígado.

El colon transversal (entre 30 a 60 cm de longitud) sigue a la derecha para la izquierda, cruzando el abdomen de un lado a otro.

El colon descendente (de 20 a 25 cm de longitud) es el lado izquierdo del marco del intestino, que desciende de la parte superior del abdomen hasta la pelvis. Finalmente, el colon sigma (entre 30 a 40 cm de longitud), dibuja en la pelvis de una especie de «S» en dirección al recto.

Recto

El recto (entre 15 a 20 cm de longitud) es exactamente la recta final del intestino grueso, y desciende del colon sigma hasta el ano, el orificio por donde sale la materia fecal. El recto se divide en dos partes: la ampolla rectal, la parte superior, almacena las heces hasta el momento de ser expulsadas.

El canal anal, la parte final del recto, con sólo dos o tres centímetros de longitud, incluye los esfínteres anales interno y externo que se contraen y dilatan para regular la defecación cuando llega el momento de la expulsión de las heces.


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