Función del intestino grueso

Cuando concluye su recorrido por el intestino delgado, el material alimenticio aún no absorbido es lanzado hacia el intestino grueso, en estado líquido. La absorción de agua por la mucosa del intestino grueso es tan rápida y eficaz que este material adquiere la consistencia típica del bolo fecal en un plazo aproximado de 14 horas-media aproximada -, después de recorrer el órgano en toda su longitud.

Esa es la principal función del intestino grueso.

En el proceso digestivo, se cuenta con la participación de secundaria, una vez que las principales actividades de la modificación química de los alimentos se realizan en el estómago y en el intestino delgado.

Además de la función absorbente, otras actividades se realizan en el intestino grueso, a veces sin su participación directa. Aunque rica en moco, la secreción alcalina del intestino grueso no muestra contenido de enzimas importantes para la digestión.

Sucede, sin embargo, que algunas enzimas del intestino delgado aún mantienen su actividad después de publicadas en el intestino grueso, junto con el material alimentario.

Además, mientras se procesa la absorción de agua, entran en acción las bacterias de la putrefacción, que atacan principalmente la celulosa contenida en los alimentos vegetales.

Sin estas bacterias que habitan en el interior del intestino grueso, no sería posible la digestión de la celulosa, ya que el organismo humano no produce enzimas capaces de digerirla.

Estructura

La pared del intestino grueso, como la del intestino delgado, está formada por numerosas capas. Son ellas, de dentro hacia fuera: la mucosa, la patogenia, la túnica muscular doble y una membrana serosa de la capa externa (serosa peritoneal).

La mucosa del intestino grueso no presenta internamente las vellosidades que caracterizan el intestino delgado.

Aun así, no se trata de una superficie lisa, debido al gran número de depresiones microscópicas (glándulas o criptas de Lieberkühn), similares a las del intestino delgado; sin embargo, más profundas.

A lo largo de estas depresiones de la mucosa del intestino grueso, se encuentran numerosas células, en forma aproximada de los cálices, que secretan moco lubricante, con el fin de facilitar el paso del bolo fecal. La patogenia, rica en vasos sanguíneos y linfáticos, es toda recorrida por las terminaciones nerviosas.

El intestino grueso tiene aproximadamente 1,5 m y se divide funcional y anatómicamente en tres partes:

El ciego, que es donde desemboca el contenido procedente del intestino delgado, en esta región consta de la presencia de una pequeña prolongación en forma de tubo, conocido como apéndice vermiforme.

La segunda porción que es el colon, es una estructura grande que atraviesa todo el abdomen, que a su vez, también se distingue en cuatro partes que son: el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente y el colon recto (en forma de S).

La última parte es el recto, que es responsable de hacer la comunicación del organismo con el ambiente exterior a través del ano, que se encuentra normalmente cerrado por un músculo llamado esfínter anal, que lo rodea en forma de anillo.